Actualmente nos enfrentamos a un turista y excursionista con un perfil muy heterogéneo, por ello primeramente es necesario hacer un estudio. A partir del mismo podremos adaptar nuestros servicios, no sólo para conocer de antemano las motivaciones del turista sino también para alcanzar el grado de excelencia en su experiencia. En síntesis, es necesario actualizar nuestra oferta turística, presentando un turismo personalizado a través de vivencias únicas e inolvidables

Nuestros destinos no pueden quedarse atrás y por ello es inevitable incorporar las herramientas digitales a nuestros servicios. Gracias a un análisis de los medios existentes y un diagnóstico de los actuales, se crea un tejido empresarial turístico. Para ello es necesario la cooperación entre todos los actores: compartiendo datos, creando contenidos, imagen de marca y campañas de promoción conjuntos, adaptando los servicios y productos a todos los usuarios... La comunicación y trabajo en equipo es vital para conseguir el reconocimiento como destino de calidad y digital.

El  personal ligado al sector turístico tiene que ser capaz de dar a conocer sus servicios a través de un escaparate muy útil: el mundo digital. Para ello es necesario enseñar a crear contenidos digitales diferentes para cada nicho de mercado, adaptarse a las necesidades del usuario, buscar  la interacción de los clientes antes, durante y después de la experiencia y para ello es necesario cultivar un arduo trabajo diario manejando activamente todas las plataformas digitales disponibles (webs, redes sociales, foros, apps...).

Conjugar el desarrollo económico turístico con el desarrollo sostenible y social es posible. Sólo es necesario incluir en nuestros paquetes turísticos esa visión. El desarrollo del turismo natural, turismo social... es posible. Simplemente hay que incluir una óptica innovadora que además de mejorar nuestros recursos, servicios y productos, permite implicar a toda la ciudadanía.